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La avaricia (Papel Meirat hecho a mano) |
Comentario
Pintar la avaricia fue lo que
más se ha parecido a pintar un bodegón de los de toda la vida.
Dispones una tela de color crudo sobre la mesa del taller y colocas
los huevos que has comprado en la tienda en una composición
agradable. Intenté ser sutil con la acuarela y evitar grandes contrastes.
En cuanto a ideas no hay
grandes complicaciones: se trataba de representar el exceso y la
sobrecarga para la huevera ("la avaricia rompe el saco"). En realidad -iba pensando- todos los pecados capitales son formas diversas del exceso...
Los huevos contienen siempre en
nuestra imaginación la amenaza de romperse. Podía haber pintado alguno roto... pero estaría bien que eso lo anticipase el espectador. Por otra parte, hay algo
de opaco, de cerrado, de impenetrable en la avaricia. El avaricioso es alguien cerrado como el propio huevo...