Salimos de casa sin saber muy
bien dónde iríamos. Me había propuesto, horas antes, encontrar a
Juan Salamero cerca de los
lugares que pinta y saludarle. Partimos,
pues, al prepirineo de Huesca.
 |
Con Juan Salamero sobre el congosto de Olvena |
Debo decir que Juan nos
acogió con los brazos abiertos. Nos enseñó Graus, el Congosto de
Olvena y sus puentes, todo eso que ha pintado muchas veces; visitamos
la cercana Torreciudad y nos comentó cosas de los pueblos de la
Ribagorza, sus restos medievales, su pasado.
 |
Pantano y ermita de Torreciudad |
 |
Calle con arcos en Torres del Obispo |
 |
Torres visto desde la carretera |
Juan es un pintor autodidacta
y siempre me ha admirado la sinceridad y honestidad que reflejan sus
cuadros. Sus comentaristas alaban la paciencia de sus infinitas
pinceladas hasta agotar todos los detalles. Me explicó que no tiene
una formación académica y coincidimos que la cualidad de la
acuarela que más se aprecia hoy suele ser la soltura, pero lo que
pinta tiene sus propios admiradores y él se toma su afición por el
lado que más le llena y ya se verá a dónde le lleva.
 |
Juan Salamero |
Hablar de honestidad no
parece una categoría artística sino moral, y sin embargo creo que
es algo a reivindicar en tiempos en que abunda la gente que pinta y
quiere empezar la casa por el tejado. También vale hablar así
cuando el vínculo con la pintura viene del amor al paisaje de su
tierra. Que haya personas como Juan Salamero da confianza...
Después subimos al Pirineo.
 |
Valle de Eriste, cerca de Benasque |
Estos dibujos estan hechos en
cualquier sitio: ni están muy buscados, ni son los lugares más
emblemáticos, ni los más bonitos... son momentos de descanso y "lo
que pillas" ya está bien...
 |
Dibujando en el valle de Eriste |