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Paula |
Ya hace unas cuantas figuras, prácticamente desde septiembre, que se divisa en las láminas el azul cerúleo. Éste es un color que, entre las acuarelas, -siempre tan
aristocráticas por transparentes y por
no mezclarse demasiado- resulta un tanto pastoso, algo opaco, en fin, un poco
plebeyo se diría. A mi me sugiere como si dotara de cierta cualidad existencial al cuerpo, como si presentase una especie de carne blanquecina que está allí aun antes que la mente se haga cargo de los gestos y las acciones de los miembros. Un color muy adecuado para las masas paradas, obligadas a posar durante horas, pero también más razonablemente para las zonas en sombra, y, naturalmente, para los fondos agrisados.
De la pose de Paula, con la cabeza torsionada y su torso largo, acabé destacando cierta rigidez blanda, como si la figura fuera de cera.
En la figura masculina de May es el rostro lo que me llamó más la atención.
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May |
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cabeza de May |
Nuestra amiga brasileña Dirzely, conocida del blog, sirvió para ensayar el juego del tierra siena tostada con el azul cerúleo en algún punto, aunque sobre todo este color sirvió para hacer del fondo un neutro conveniente.
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Dirzely |
También en el caso de Natalia L. -una de nuestras tres Natalias- se incluyó el cerúleo para construir grises suaves.
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Natalia L. |
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Natalia L. detalle. |