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dimecres, 23 d’octubre del 2013

El cuerpo
The body


Muntsa, septiembre 2013

El cuerpo te lo encuentras como un hecho, a veces extraño, a veces gozoso. Se hace referencia a menudo a “el cuerpo que tengo" o a "tu cuerpo” como una posesión preciada o como una donación de la naturaleza de la que uno saca partido, o con la que uno entra en conflicto o que decide modificar. Hablamos como si realmente uno, quien habla, fuera otra cosa que su cuerpo...

Andrés, septiembre 2013

detalle

5 comentaris:

  1. Ciertamente el cuerpo es nuestro continente. A veces no se esta a gusto con el, bien por las modas que nos dictan como deberia ser o por la esclavitud que conlleva conseguir el cuerpo perfecto. Quizás Muntsa y Andrés no coinciden con los cánones de belleza establecidos por la moda. Pero unas de las grandezas del arte es precisamente señalar y reconocer diferentes tipos de belleza que de otra manera no se verían. Me parece unos retratos con una gran carga psicológica, bien ejecutados. Siempre me han gustado los retratos de la gente obesa. Además me recuerdan la obra de Lucian Freud, un artista que me apasiona.

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  2. Dos modelos de gran belleza y elegancia ,felicidades

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  3. Ricardo, Juan Jose: suscribo lo de Lucien Freud desde que lo vi en la exposición que se montó en BCN en el 2002. Incluso lo intenté imitar -entonces pintaba al óleo-. Però Freud no es sólo un tipo de modelos sino un desgarro interior proyectado a todas sus figuras. Si el comentario de Ricardo estuviera bien orientado, entonces mis desnudos tendrían un sentido. Muchas veces me pregunto qué quiero pintar con esas figuras que ni son sutiles -en el sentido de sugerir con dos manchas-, ni son eróticas, ni són ligeras, ni parece que sean mucho del gusto la parroquia bloggera. Pero uno hace lo que puede o lo que le sale y me resulta imposible delante de una modelo viva ver una musa ideal: le ves los pies sucios de la tarima, el esfuerzo por mantener la pose y repetir cada hora la caída de las ropas que acompañan, la ves sudar, enredarse el pelo, enrojecer la cara, agarrotarse sus músculos, la ves el día que ha llegado con sus preocupaciones, y a veces hablas en el descanso de todo eso. Definitivamente acaba siendo una persona sufriente. Si estas acuarelas tuvieran una carga psicológica como dices, eso sería un camino, quizás no tan desgarrado como Freud, sino una especie de retrato al desnudo. Y en ese caso, sigo sin entender por qué seguiría ese género con acuarela si sólo se la pudiera tocar con cuatro manchas muy espontáneas... pero sigo, y gracias a los eventuales comentarios veo que quizás se llegue a alguna parte. Gracias, amigos.

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  4. Carlos, qué interesante esta entrada, con tus estupendas acuarelas y los comentarios. Me ha "movido", sobre todo, eso que has dicho "como si realmente uno, quien habla, fuera otra cosa que su cuerpo..." y me ha hecho recapacitar sobre el tema.

    Ciertamente, nos miramos y miramos a otros, desde fuera, desde no se sabe donde, con una carga de prejuicios sobre la estética, lo ideal, lo sano, etc. que condicionan nuestra mirada.
    Me parece enriquecedor este otro tipo de arte, que muestra lo que hay, como pintar en cualquier esquina o en cualquier rincón de tu habitación, lo que ven tus ojos, sin la búsqueda, siempre condicionada por las modas, de la belleza o la provocación.
    No obstante, tratándose de desnudo, a no ser que uno se vaya a una playa nudista y le dejen pintar, no nos queda más remedio que los posados, con lo que éstos tienen de artificial y de absurdo.

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    Respostes
    1. Ah, el tema del dualismo tiene mucho calado: cuando no forma parte de las creencias explícitas de la gente, está siempre implícito en nuestra cultura. Sin querer frivolizar ni simplificar, se ha dicho que la anorexia, p. ej., es una enfermedad del dualismo puesto que el sujeto no se identifica en modo alguno con su cuerpo y llega a desmentir lo que dice su mirada -eso que dices de la mirada condicionada)-... Pero volviendo a la acuarela que es nuestro "negocio", o mejor nuestro ocio, tendríamos en el retrato psicológico de desnudo una oportunidad que permitiría reparar la dualidad y volver a mostrar al humano entero, y en este sentido, como dices "muestra lo que hay"; sin embargo me parece que la artificiosidad de la pose sería una estratagema que juega a favor porque fuerza al cuerpo a expresar la persona o a la persona a corporalizarse o al menos, la pose estàtica permite al pintor mirar todo eso con la atención requerida... En fin, Mercedes, qué satisfacción da que encuentres interesante el texto que acompaña la acuarela!

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